sábado, 20 de noviembre de 2010

Damián Ordas

                                 Damián a la derecha, a su lado Balunek.

Damián Ordas es uno de los gigantes del remo argentino, pero más grande aún es su corazón. Más conocido como “Manguera”, dentro del ambiente del remo, se ganó este apodo después de bautizar a muchos chicos que pasaban al equipo del club Canottieri Italiani.

Los que lo conocen dicen que es un tipo muy fuerte. Que la vida por diferentes circunstancias lo ha golpeado y endurecido. Como le pasó en 1998 mientras se encontraba entrenando en Bañolas (España) junto al seleccionado nacional de remo. Allí recibió la dura noticia de que su padre había sido baleado luego de resistirse a un robo. Damián regresó al país pero su progenitor, Alberto, solo aguantó para despedirse.

Pero esas no fueron las únicas municiones que debió tolerar. En pleno verano, durante el mes de febrero de 2000, Walter su amigo y compañero de bote fue baleado cuando salía del banco con su beca deportiva. Pero ese disparo que afectó a su compañero también complicó las circunstancias ya que la tripulación debió ser modifica a días de partir hacía México para disputar el pre-Olímpico. Así y todo, con el reemplazo de Javier Aguirregomezcorta logró clasificar a los Juegos de Sidney.

A pesar de esa gran contextura física y esa careta de persona ruda existe una de las personas más queridas y valoradas del remo argentino. En 2008 mientras seguía en bicicleta, desde la costa a sus pupilos del Canottieri, eufórico, gritando como siempre se sintió mal. Paró, bajó de su bici, se sentó y quedó sentado en la costa, mientras sufría un accidente cerebro vascular. Este dejó un coagulo no operable en su cuello. Ese físico privilegiado lo salvó de un coma profundo.

Pero con esa misma garra y corazón que lo caracteriza, Damián estaba a la vista impactada de todos, casi completamente recuperado menos de un año. El 25 de abril de 2009 volvió a competir junto a sus alumnos. Muchos médicos señal y se ven sorprendidos por la recuperación que mostró en tan poco tiempo.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario