La retina es incapaz de lograrlo

En la última Info – miopes, se invita a la gente a preparar sus “anteojos runing” para participar de la última maratón importante del año. La Nike We Run Buenos Aires, en Puerto Madero, será de 10km.

Si bien el blog, Ojo miope, lo hace de forma irónica podemos ver a diferentes personas que lo usan por diferentes motivos. Tal es el caso de la gente que se dedica a deportes como el remo o el canotaje. Donde es muy importante usarlos, ya que el sol se refleja sobre el agua e impacta sobre la vista del individuo.
Hoy nadie considera aceptable exponer la piel al sol sin una protección adecuada, pero la visión ha quedado fuera de esta concientización.

La retina, el tejido sensible a la luz que cubre la superficie interna del ojo, se daña por la exposición a los rayos del sol igual o más que la piel. Pero existe una diferencia sustancial, la piel es sensible al dolor y la retina no. Si la piel se quema arde; si se quema la retina sólo nos encandilamos. Además la piel quemada muere y el tejido se regenera, en cambio el de la retina es incapaz de lograrlo.

Como si todo lo anterior fuese poco, el ojo cuenta con una lente natural que concentra los rayos solares aumentando la luminosidad sobre el centro de la retina. Lo mismo que sucede con una lupa, el efecto es el mismo que ocurre cuando la luz, a través de la ella, se proyecta sobre un papel.

Los pigmentos de la retina se degradan más rápido en relación a la cantidad de luz. Cuanta menos luz recibe el ojo, menos trabajo para la retina. Cuando hay poca luz nos cuesta más leer y reconocer objetos, pero esto solo requiere un mayor esfuerzo mental, no ocular. Esto proviene de la luz natural no artificial, ya que esta última no tiene suficiente energía como para dañar la vista. Todo esto se debe a que los rayos ultravioletas poseen energía de mayor nivel que la domestica y pueden dañar la visión rápidamente.

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